ta nacional.
Menudo fiestorro. Algo así como el apuñalarse a la salida de las discotecas con o sin cocaína hasta las cejas.
Si por Cataluña se empieza este adecentamiento de España, no se diga que no les debemos poco a estos mejores españoles, cuando el resto mira para otro lado o se sigue regodeando ante la tortura, da igual si de un animal o persona. Suelen aceptar la segunda sobre todo los que ya vienen entrenados de practicar la primera. Asistir a una plaza de toros, como los que asistían a los espectáculos del circo romano o aquellos que se ponían, todavía se ponen, si no a confeccionar calceta a otras cosas, mientras contemplaban, contemplan, en las plazas públicas las monstruosidades de las ejecuciones: Descuartizamiento, despellejamento, aplastamiento de huesos uno a uno, quemados vivos, ahogados con un embudo en la boca mientras les vertían cualquier líquido infesto, achicharrante o congelado, por la impotente para cerrarse boca; asistir a una plaza de toros, peleas de gallos, de perros, etc. de bestialidades, es sin duda la mejor escuela para genocidas de estar por casa, andar por la calle, de la que podemos echar mano ahora que la iglesia católica no tiene los plenos poderes de la Inquisición para arrancar su carne de los huesos con conchas como hiciese con tantas Hipatias que descuartizó, asó.
Pues ¿en qué se diferenciarían un nazi y un aficionado a las corridas de toros? Para tener algo que decir digamos en qué se asemejan.
Solamente la peor chusma, a más Virrey de las Antillas, premio Nobel de que se las dé o le tilden, vaya de ello condecorado, está capacitada para asistir a esos espectáculos. ¡¿Y qué me dicen del fútbol?! Once o doce tíos por cada bando corriendo por un campo, cuando corren, disputándose una pelotita, lo cual les hace acreedores a los mejores sueldos de este planeta... Ya que entretienen, otros más, a la legión de descerebrados que sólo vivirían para asistir a los espectáculos que les montaban en las Plazas públicas los inquisidores a los zombis de antaño.
Y el tipo de sociedad, sociedades en que estamos inmersos, AHORA NOS LO CLARIFICARÁN DESDE EL PARLAMENTO DE CATALUÑA. Todavía puede haber algún tipo de esperanza en la... ¿humanidad? si desde allí prohíben ese fiestorro. Y vergüenza para el resto de España que tampoco en esto podemos tener ni voz.
Diferencia entre afiliado y militante político
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En el ámbito de la política española, es común encontrar términos como
afiliado y militante para describir la relación de una persona con un
partido …
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Hace 6 días