"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!



sábado, 7 de marzo de 2009

Almas otoñales de ambos hemisferios, tú nacida en abril el sur, yo en el diciembre norte; y sin embargo somos almas-primavera cada una para la otra

tú eres primavera aquí; yo soy allí primavera.

(Te murieron en primavera allí, aquí otoño;
en otoño allí, aquí primavera casi me muero)

Todo esto y lo que sigue anotado en un cuaderno en 2003, un cuaderno vacío y sólo con dos fechas, tan antiguo como de 1972. En él se destacaban dos fechas de ese año ¿y las impresiones climáticas de esos días? Días de lluvia dice aquí. 4 de octubre de 1972, amanecer del día 3. Una lluvia pertinaz. ¿España lloraba tu muerte Alejandra, el epicentro de nuestra misma lengua? ¿Sucedía igual en Argentina, primavera, como en ese otoño aquí? ¿Lloró Argentina después del día con sol en que te enterraron, la hermosa envoltura de tu alma dada a la tierra? ¿Lloró como por Eva, Argentina?

Y el cuaderno de aquel año 1972 citaba a Bécquer:
"¡Yo no sé si este mundo de visiones
vive fuera o va dentro de nosotros;
pero sé que conozco a mucha gente
a quienes no conozco!".

Semejantes palabras tan lumínicamente ciertas de otra de nuestras literaturas despreciadas o menospreciadas como casi todas las buenas nuestras.

Está hablando, Bécquer, del triunfo del espíritu sobre el tiempo, y dice "visiones" a su, a la superioridad intelectiva.

Y tras la anotación de las palabras de Bécquer, continuaba anotando mis propios pensamientos de aquellos días, sentimientos tan constantes en el tiempo, tan sin cambios, que de ahora:

Ser hijo es un dolor que sobra;
ser amante
....
Resucitar a los muertos:
Resucitar mi alegría.

Desconocía yo, eso sí, el significado que llegaría a tomar para mí eso de resucitar a los muertos, resucitar mi alegría. Nada de apodar por "visiones" como Bécquer las potencias legítimas, la física superior.
¡Una física superior!: Esa que devolverá tu vida.
Y continuaba en el cuadernito de 1972, octubre:
Ser ese dragón que queme a los hombres
con su alquímico surtidor,
¡lengua blandiendo!,
palabra-espada
palabra-llama,
lengua ¡ardiendo!,
su origen en un interior
que da luz a cada nombre
que da a luz y jamás ciega,
mata.
Su origen no tiene fin de tan profundo.

Hoy diría frente a esta frase, que mata a la muerte como expresaría Mario Roso de Luna, frase que elimina el fin profundizando el origen, que bien pudieran los cosmólogos actuales fiar a origen tan profundo que jamás tiene fin el del Universo, no condenándolo tan miserablemente a un punto QUE NI SIQUIERA ENTIENDEN Y POR ELLO LE DICEN "singularidad inicial". Tan singularidad sin fin es esta del origen que imposible será que algo, el Todo, Universo acabe, si jamás deja de originarse, o lo mismo: carecer de punto inicial.

Así debió ser tu mujer Alejandra, la mujer que tú fuiste, de tan profundo origen que sólo quería ir nada más que hasta el fondo; y no tiene fondo, no lo tenía, de tan hondo, de tan hondo todo manará, todo manará y seguirá manando. Así es la mujer que yo soy, que te soy.

Esto, y no consentir el desplome que se viene de ser tan hondo lo hondo,
para tapar esa, no sé por qué terrible, cuando magnífica, boca:
Mis brazos parecen telas que cuelgan
de los prendidos hombros,
¿prendidos a qué finalidad
cuando no tiene fin el origen de lo tan hondo?
Telas, retales, destrozos,
telas de araña de conciencia
sobre los debilitados ojos,
alas: hombros: ojos.
¡Ahí te atrapaste,
ahí te atraparé,
ahí me atrapas!

Las moscas acuden a la mies miel
de estas alas ojos hombros,
a la tela de araña de conciencia
queriendo ser atrapadas
en riqueza que no ayudan a construir
sino zumban alrededor, debilitan, acosan.
¿Sentiste esta impureza como yo,
esta impropiedad de la conciencia
que tú sola con tu Amor te fabricabas
no sirviendo siquiera para construir tu propia vida,
sino, convertida en alimento de moscas,
brazos telas te cuelgan de los prendidos hombros
ojos debilitados cuencas vacías de unas alas?
¿Y quién quitó la luz para alcanzar los sueños?
Cabeza desplomándose como una cordillera de mantequilla,
las moscas que no construyen sólo zumban
convertidas en fuerzas telúricas
que destejen la tela de araña de conciencia
que ciegan el origen sin fondo....

Pero ¿a qué preguntar al dios de las moscas, dios de Caín,
por las caídas alas brazos hombros, ojos debilitados?
¿Dónde está el fino hilo Sutratman que Abel tejía,
o simplemente descubría,
toda la lana unida de los corderos de la inocencia
red de conciencia?
¿A qué preguntar ahora dónde está Alejandra,
dónde la mujer idéntica que soy, que le soy?
Y es Carmen la que legítimamente pregunta
no Yavé.
Y es Carmen la que se responde,
se responde y duda,
a la gallega se responde
ya que una tiene el 70% de su sangre allí:
¿Dios-Caín nos necesita,
nos necesita para constatar las profundidades
que desconocería de otro modo,
para constatar el origen sin fondo
el origen que no tiene fin?
¡¿Dios se teme a sí mismo?!
Eso es lo malo, que no teme, no nos tememos,
somos como los niños instalados en su inconsciencia
capaces de todo.
Capaces de todo.... lo fácil.
Qué fácil es ser dios, ser niño, ser mosca.
Difícil es asomarse al pozo de los orígenes
y ver que no tiene fondo la imagen que rebuscamos
.... que no es sino la nuestra.

Como la Tierra, el cerebro tiene dos hemisferios:
Tu primavera es mi otoño....
Una de las dos tenía que morir en aquella encrucijada de 1972
¿Y cuál de las dos resucitará en esta encrucijada de la encrucijada,
caminos que se superponen en el origen sin fondo?

Grupo poético de Sombra & Sombra. Dentro de mí con ella que es yo