"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!



sábado, 21 de abril de 2007

Escribo como puedo, dice la queridísima en un domingo de agosto, allí tristemente invierno. Y yo canturreo como puedo, mientras esto trascribo y grabo

el "Cara sposa", siempre pensando en ella cada vez que lo escucho, a la par que mi voz. Como digo de mi propia voz (a ver si aprendo a compaginar archivo de audio con de vídeo y lo subo así a "vídeos google" para después colocar en mis diarios, pues mi cámara es tan absolutamente mierda que transmitir por internet imagen y voz a un tiempo puedes, cuando con alguien hablas, pero luego graba únicamente imagen sin voz ninguna. Grabo la voz con otro programa, seguro que eso añadirá complicaciones a la hora de fundirlas, imagen voz) como digo en esa grabación, me traigo las palabras de ella del diario argentino "Alejandra Pizarnik" puesto en internet por colega compatriota de Alejandra, para ahorrarme el teclearlas. Sí, una es tan vaga a la hora semejante de rendir tributo a la palabra de ella. Y ya que me ahorro algunas cuantas pulsaciones, extenderé un poco lo que copia la responsable del diario "Alejandra Pizarnik"
1955, Domingo 7 de Agosto
(…) D. M. me invitó a participar en un concurso literario de cuyo jurado forma parte. Se me ocurre que no debo intervenir porque D.M. es pseudoclasicista y dijo que mis poemas "son muy buenos, pero un tanto osados". ¡Osadía! Escribo como puedo. Jamás sería capaz de escribir un soneto ni una apología al jardín de esa plaza. Jamás sabría componer un alejandrino ni calcular una rima. No lo lamento, pues D.M. tampoco "sabría" hacer ninguno de mis poemas.

Reina Alejandra, más sabia con sus diecinueve años que otros en toda su vida, cual una, lo cual sirve de lo más para prosperar: Cárcel a perpetuidad, sea domiciliaria, o tumba. Desde luego que nuestra incapacidad para novelar tazas de té y otras teteras samovares, helados de pistacho, o cogtados tomados sí o no al estilo de Iglanda o caféconleche-y-churros, o magdalenas, las muy proustianas (y tonto complejo te acompañase toda tu vida mi amada ante ciertas reposterías que más eran machisterías que oficios pasteleros y lo que menos contuviesen fuese idea, alma ninguna, literatura de la auténtica, cuando sí tanto "tiempo perdido") que no contuviesen su punto de misterio, es, fue total. De lo cual yo tampoco me arrepiento. Pues ¿Cuándo toda esa taradez universal de las glorias de las literaturas hubiese soñado escribir cual una? ¿Y quién sería, hombre seguro, ese D.M. con tanta cara como ética ninguna, tratando incluso de zancadillear cuando amablemente se ofrece "participa, participa, que ya verás en qué lugar influyo yo para que quede tu osadía"? ¡O a lo peor se trataba de algo parecido al modo en que se han concedido ciertos premios Adonais que me relatase colega poeta de aquí, y luego vendrían las proposiciones deshonestas: cama, sin camada, sexual y a cambio ¡premio! Y cómo se diferencian el mundo de las sin valor letras y las de siempre bambalinas pasarelas platós. Si estaré vaga para teclear, fuese la palabra de ella, rabia me dan mis propias manos mientras se deslizan por el teclado para componer mis propios y ensordecedores pensamientos, ideas, que día de éstos me reventarán el cráneo, si estaré vaga, que escaneo la página de su diario, pues entre los dos párrafos copiados por la colega de Argentina, hay uno que me merece todavía más la atención, y que comienza (cliqueen sobre la imagen y se lee de puta madre, sobre todo los cegatos, de las cacho letras) Caminando con A. Cuadrado, alguien lo detiene. Es un hombre muy feo, con el rostro escamado y la sonrisa tonta, referido a un primo del Bioy Casares al que sonríe mucho pues le da lástima Quisiera darle algo. Y ya salió a relucir el útero-ong, útero-institución caritativa que fuese Alejandra, aunque cuántos úteros que así fueron, son, sólo porque ni hubiesen tenido oportunidad de ser de no ejercer por mera compasión. Y el gilipollas que tiene el privilegio de acompañarla en su evangélico paseo y que se apellida al modo que tuviese la cabeza, con toda seguridad, Cuadrado. Contemplo a Arturo, se llamaba el de la cabeza a ángulos como los adoquines, tan seguro tan mundano ("está loco, Alejandra, por una mujer como tú", dice, bromeando) Me asquea. Lo odio. De veras que me regodea trascribir estas dos concisas frases dedicadas al artúrico género masculino, que ni con la desgracia de los como su sexo compasión tienen, cuando he ahí un útero-ong dispuesto a todo, dar, con alguien no de su propio sexo, y quizá ni siquera de su propia sexualidad, pues homo, homo, ya serían el sr. Bioy, primo de este otro desgraciado, y sra. (¿quién dijo "componendas coyundas" cuando dos homosexuales de distinto género contrajeron matrimonio sin escándalo de nadie, no como ahora, todos poniendo grito en el cielo, todos peperos y cuántos socialistas que se habrán dado de baja en el partido por esa honrilla maltratada de su heterosexualidad maltratadora de cuanto homo que se ve obligada, por ley, a dejar de ejercer de ello, sadismo-sexual, cuando dos homosexuales de distinto género contrajeron matrimonio sólo para cumplir con el mandato ¿de quién, de qué? de la descendencia, o lo que, ya sin hipocresías, obliga a todas esas componendas: tirártelas por ahí de hetero, de ser como todos, "echar tu cuarto a espadas", que me dijese a mí un cura de por aquí cuando tenía los años que Alejandra redactando esa página?) la S. Ocampo. Lo dice toda su trayectoria, de ambos, que si pariente, la una, de la otra Ocampo, V, ¿también de idénticas soterradas inclinaciones?, que si intimísimo de Borges, hasta el grado de la mucho más que sospecha, el otro. Etc.
(…) Hoy me visitó Claudia Bologna. La traje a mi cuarto con "malas intenciones”. Me dijo que se siente indefinida, que no sabe qué hacer, que se aturde para vivir, que odia este país, que admira locamente a Françoise Sagan. La encontré parecida a mí, pero sin mis angustias y sensibilidad. Me causó cierta repulsión. Comencé a decirle que nada logrará bebiendo o besando jóvenes, que si desea enfrentar al mundo debe situarse seriamente ante él y sacrificar dolorosamente inmensos placeres. Que la vida es muy dura. Que es muy lindo aturdirse pero que a nada conduce. Que nadie está definido y que no se preocupe por eso. (Yo “creía” que se refería a su situación sexual.) ¿Y qué tal mi querida Alejandra si esto mismo te lo hubieses aconsejado a vos misma allá en el pervertido París, todos más salíos que el pico la mesa, sobre más si intelectuales que se la están venga a soplar, menear mientras se enredan en las musarañas y otras arácnidas telas a ver si así les visita el estro más reacio a acercárseles por lo rijosos?
Y lo que demuestra esta escritura de los diecinueve años, es que era más libre entonces, más ella misma, que lo sería nunca, cada vez más cercada de sociedad, circunstancia atrezzo que te dibuja el dinero, psiquiatras medicina criminal, sociedad sociopolítica lo mismo, encabezada por todos los carniceros generales y adornada por todos los intelectuales rijosos cuyo amueblamiento de cabeza consiste en todo lo sin valor con lo que marginan lo que o a los quienes que algo valgan de cuantas épocas. Escritura que me recuerda, por lo antítesis, mis dolorosos diarios de los quince dieciséis años violados, ¡O A TODA MI ESCRITURA, VIOLADA IGUALMENTE! Lo hiciera en nuestra pubertad macho heterosexual dándoselas de sano ¡y encima justo! al pasar por encima de tus derechos violando tus intimidades para utilizarlas de arma arrojadiza con la que destruirte la entera existencia; lo hiciera luego, lo hagan, todos los restantes machos, ya sí o no heteros, hembras lo mismo.
¿De tan antitéticas resultamos tan parecidas queridísima Ciela?

Grupo poético de Sombra & Sombra. Dentro de mí con ella que es yo