Estos sí son los empieces "maravillosos" de todas las magdalenas proustianas o sea novelas, magdalenas o empanadas

Nada más empanado que las condesas y los Charlus baronets bujarrones del mentado, o de cualquier otro novelo (ni-bola, o con v, dijo el que todos ustedes saben)
Estos sí son los empieces: Dijo, dije, dija, dijeron, dijera, ¿digerimos?
O las continuaciones y sus personajes: Conde, condesa, protagonistas de la mayor parte de las ni-bola, aunque incluso sin título nobiliario, y hasta por no tener: "en alpargatas", que expresaran como deseo supremo, así verlos, para el común de los borregos o pueblo, los consagrados políticos, o consagrados a la política, ¡y no sólo franquistas!; y hasta por no tener, pues eso a lo piobarojeño o galdosiano, víctor hugo, los masocas personajes del sr. david copperfield, ¿por qué no conocer por el nombre de los paridos a los que los parieran?
Una ironía al respecto de lo mismo en Alejandra y sus diarios (¿Cómo estaría anhelante ella de escribir novela alguna, cuando tenía delante el más maravilloso de los libros: su poropia e intransferible vida; cómo, quien así juzga o siente de la ni-bola, imitándola? No se les regocijen las tripas a ustedes los autores de las letrinillas a infinito, novelillas, cuando hablan, habláis, de la imposibilidad de escribir de los pobres tarados poetas, lo que no sea aquello que nadie les entiende, ¡AUNQUE TAN DIÁFANO! (que hay tanto premio nobel poeta estafador, como premio nobel novelista estafador en esta patria de lerdos, todos sabios) o a nadie interese, claro está a criterio de unos cretinos) :
-Los temores se profundizan -dije.
-Ah sí -dijo-, los temores, los vapores, y los honores se profundizan.
-¿Otra taza de té? -dije.
(Y aquí tenemos a uno de los más fieles personajes, no sólo de Alicia, o su autor, y sus ratoneras o países subterráneos, sino de Proust y casi toda la infantería novelera, a veces, eso sí, sustituido por café, pero siempre la misma taza. Tanto, que así, a grosso modo pensado, pareciera que se hayan consumido más tazas de té o café en las novelas y otros teatros, que en la misma vida)
-Another question? -dijo.
-No -dije, conteniendo la risa-. Si usted yace en un camino....
-Después de que pasó sobre mí una aplanadora.....
-Podría servir de alfombra -dije.
-Nada me gustaría más -dijo el anciano- que un ramo de patitas de ratones.
-¿Para qué? -dije.
-Usted siempre pensando en la finalidad de toda cosa -dijo.
-Augúrese una penuria inextinguible y váyase a bañar.
-¿Otra taza de té? -dije.
-Cuatro -dijo furioso.
-Por qué se enoja profesor -le dije- Si sólo trato de tratar de entretenerlo para tratar, después, de entrar en materia.
-La materia, la historia -balbuceó- los lirios, las abejas papilares de los sagrados incisos cubiertos de niebla. ¿Cómo definir a la niebla?
-Como un silogismo -dije.
-Usted me matará -dijo dulcemente.
-Con té -dije.
-Te ti contigo -dijo.
-Vea, profesor -le dije- la luna riela sobre los toldos.
-¿Tiene té de boldo?
-No, de China solamente.
-¿Para dibujar?
-Soles en mi noche triste -dije.
-Empujar el deseo no es lo mismo que lo contrario -dijo- Me pregunto quién inventó lo de viceversa.
-Algún pisaverde -dije.
-O pisazul -dijo llorando de risa.
-Está usted obsceno, conde, hoy.
-No me llame Conde Hoy, por favor, si bien desciendo de la condesa de Día....