Si las lágrimas fuesen cuchillos afilados

No lloraríamos,
se nos abriría en canal la cerebra y cerebela
derramándose de ese modo por nuestras mejillas
para intentar corregir la obra de dios,
siempre tan mejorable,
por mucho y muy bien y memorablemente
que nos hayamos querido, no los unos a los otros,
totalmente imposible amor,
cuando si ni existe el de dos en dos a mi vendrán
(no sé cómo dijeron esto los barbados rabíes cuando lo suyo era meramente el rudo "conocer"
pero sin el refocile de ahora)
sino ¡A NOSOTROS MISMOS!
Único amor a todas luces posible,
aunque debamos escribirlo minúsculo
cual siempre fue este sentimiento en todas sus manifestaciones,
ese gran romance verdaderamente eterno
(Noto mientras redacto esta mierda, mierda si a donde va dirigida, que el ordenador ya no se ralentiza. Bien, como ya no exponemos nada que resulte hiriente de lo verdá, las verdades duelen que dijo mi abuela sin consultar previamente a Cervantes, como hace unos instantes en "Víctimas en democracia", otro diario enmudecido como todo mi trabajo por aquí. Como no denunciamos al rey, ni a la iglesia, ni a la cultura parásita, ni todo eso indecente inmoral que debiera ser denunciado, ¡pero por los que gozan mejor posición que una en esto de la vida, sobre todo esto del escribir!, que una está en el lugar del culo ahí, nuestro trabajo sólo sirve para que lo exploten plagiarios y otros vividores todos gente honrada y del mejor vivir... por los que gozan de mejor posición vital profesional que una... claro, si fuesen honrados. Tanto pedir en un mundo como éste, de la expresión, JAMÁS LIBRE, QUE BIEN CONVIENE A NECIOS Y LADRONES)
ESE ROMANCE VERDADERAMENTE ETERNO,
que diría el colega, en ser crucificado no en la parte buena de vida que se llevó,
Wilde,
DE UNO PARA CON UNO.

Romance que hasta nos puede deparar las, ¡LA! VOZ de la.....
Y hasta después de muerta te seguiría buscando Amor mío perdido.

No lloraríamos, sino se nos derramaría la cerebra,
SI LAS LÁGRIMAS FUESEN CUCHILLOS AFILADOS
y empezando por una abriesen todo en canal.
¡Que no es un matadero, vive diosa, sino vividero fuese!
Qué gran verdá pondría entonces sobre el mundo
la lágrima.
Y escribo en chiquitillo
(No LA LÁGRIMA, así cual si fuese la burbuja que contuviese la creación,
dirían los poetas de oriente)
para denotar a la clase de degradada lágrima a la que otros se refieren:
máscara y betún de afeite.