Tanto nos han robado... que hasta la vida, que ¿podemos hacer algo por impedir q nos sigan masacrando, a una su obra? Si desde los 16 años nos están

estafando cuanto escribimos... Tan imposible nos resulta controlar cuanto nos masacren por estos internáuticos pagos por los que llevando únicamente la escasamente comparativa en años, tres, a desde los 16 a los 57 de la ordinaria vida, tres pero con tantísimo escrito y mucho tan bueno, no hace falta que nadie me coloque la peana en la que el futuro me adore, que diremos lo que Alejandra a la cual también se le estafaría tantísimo de lo muchísimo que escribiese y en su confesión la cantidad quedó patente: Se llevaría unas cuantas vidas de su autora poder sanar o corregir o presentar al tope de nuestra exigencia. A mí, ya únicamente lo escrito aquí durante tres años se me llevaría varias vidas de su autora el poder controlarlo, o limarlo, todo es susceptible siempre de mayor perfección.

Ahora no sé qué mecanismo estropeado en este blog me canta "modere un comentario", semejante miseria, pues ni siquiera ésa: Me remite a un "no se puede encontrar la página"... y luego lo que no se puede casi encontrar es este diario.

Y esta reflexión (la de tanto que se nos roba, tanto que se nos estafa a los que escribimos, que incluso la vida) viene a cuento de recordarnos uno de nuestros irónicos poemas escrito en principio en "Solo veo rosas" en ya.com dedicado al "experto" en homosexualidad, o sea estafador psiquiatra, contratado por Aznar y los suyos para arremeter contra la normalización en la legalidad del genocidio atropello que significó desde que el mundo es mundo haber nacido más perfecto, o sea diferente de la rastrera normalidad de la rastrera mayoría de gentuza, "experto" con nombre de lo más "rostro a una nariz pegado": Aquilino Polaino; recordarnos esa expertez que emigré a "Solo veo rosas 2" en blogger, otro nombre de lo más nariz con rostro en vez de al contrario: Reveriano Soutullo. Éste un respetable músico, nada de timador psiquiatra.

Reveriano Soutullo, Aquilino Polaino. Pero ¡¿Cómo se puede con semejantes nombres no ofender gravemente a la Razón, esa que huyó al Cielo, o sea LA CIELA, viendo el pajear de políticos psiquiatras y madres sin ningún escrúpulo a la hora de parir se abren de piernas ignorando lo que signifique dar a luz a aire a agua, pero también ignorando lo que signifique la llaga de por vida que constituirá marcar a sus hijos con semejantes nombres?! ¿Es de extrañar que así acaben sus días de estafadores psiquiatras? Suelen elegir semejante profesión los que padecen lo mismo que pretenden curar a otros, ya que han de considerarlo "enfermedad", homosexualidad u otro, el que sea, trastorno inventado, SÓLO EN BIEN DE SUS BOLSILLOS. ¡¿De qué comerían si de repente dejasen de existir los primos homosexuales a los que estafar con droguitas buenas y en su día con otras torturas eléctricas mucho peor que las empleadas por los esbirros de las dictaduras, o torturas de las clásicas: cirugías, ¿qué prefieres --que dijo el psicópata asesino-- te rajo o te disparo, te disparo o te rajo?!

Ahora cuando salga de aquí, comprobaré la integridad, incluso la existencia, vete tú a saber qué pueda pasar con la obra de una cuando aquello que se puede hacer gratuitamente incluso con la persona de una no tiene ni nombre, la existencia en mis blogs arriba citados del irónico poemita dedicado a "expertez" pepera psiquiátrica eclesiástica.