"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-

Solo soy pura rebelión, vino a decir... aunque no sola estás

Vos no está sola. Y esta rebelión se hará. Y no desde la soledad. No desde cuatro gatos somos y por eso nos pisotean. ¡Una ola de Rebelión vendrá que tambaleará los cimientos podridos de estas sociedades!



miércoles, 7 de marzo de 2007

Recuerdos de la pequeña casa del canto

Mi carámbano rostro como tu “pija parada que se está por llover
Mi deshecho en lágrimas rostro
comprobando el trato que a lo más sagrado se ofrece en las novelas…
Mi rostro deshecho en llanto.
¿Tuviste jamás frente al tuyo un rostro parado,
no pija, puede que sí carámbano,
tanto tiempo soportando todo el peso
que esta vez sólo cae del lado de acá,
¡del lado que siempre cayó toda carga!
bien lo supo tu suicidio?
Tanto tiempo un rostro parado frente al tuyo
....Hasta desaparecer el rostro de a este lado, este dolor,
hasta pulverizarse.
Aunque quizá sea aventurado decir que no se sufre del lado de Allá,
sobre todo si te ha sido concedido el don de imponerte en mi muerte,
de asomarte a ella, conducirla, o de algún modo propiciarla.
Las lágrimas que a veces me ha parecido ver asomar a tus retratos,
cual si la imagen ¿sin vida? reprodujese mi dolor.

Recuerdos de la pequeña casa del canto
(Sí voy a teclear, reproducir tu dolor, letra a letra, transcribiendo, para ilustrar de qué “pija parada” vuestra (tuya) hablo, al titular mi escrito de arriba, del que reproduzco esos extractos: “Mi carámbano rostro como tu “pija parada que se está por llover”)
Era azul como su mano en el instante de la muerte. Era su mano crispada, era el último orgasmo. Era su pija parada como un pájaro que está por llover, parada para recibirla a ella, la muerte, la amante (o no)
Ya no sé hablar. ¿Con quién?
Nunca encontré un alma gemela. Nadie fue un sueño. Me dejaron con los sueños abiertos, con mi herida central abierta, con mi desgarradura. Me lamento; tengo derecho a hacerlo. Asimismo desprecio a los que no se interesan por mí. Mi solo deseo ha sido.
(Esta parte de los “Recuerdos de la pequeña casa del canto”, sólo vio la luz en el año 2000 ¿Antes la hubiese conocido yo? En sueños como ahora se me aparece ella, debió aparecérseme su canto; en sueños, como en el taquigrafiado de mi libro de sueños del año 1973: “Mira en el tomo 22 de tu enciclopedia”, y en el año 2003, después de aparecérseme, descubro que allí estaba ella. ¡¿Qué de omitible o censurable, ¡por dios, o su lo más sagrado de toda la planetaria imbecilidad!, hay en “pija parada para recibir a la muerte, la amante” que en toda otra mundial y cochambrosa literatura?! Así pues aun si hubiese leído la parte de la “Casa del Canto” que copio a continuación, se me habría estafado confesión tan preciosa, para mí, por conocer bien a ella, tan dolorosa para quien la escribió, dolorosa tanto como para costarle la vida. El Amor, la escritura la mató, de eso murió disfrazado de seconal, como una, ¿disfrazado, en mi caso, de infarto cerebral o similar circulación imposible de mi sangre? Confesión tan preciosa: “Nunca encontré un alma gemela. Nadie fue un sueño. Me dejaron con los sueños abiertos, con mi herida central abierta, con mi desgarradura.” ¡¿Y esto censurable mi desgraciado Amor mío, premiables de Cervantes Nobel, aplauso general de todas las literaturas, los coitos vejación, después de que además vertida la irreparable insinuación, que encima dicen por Vos propalada, de que Vos la pasiva protagonista sobre la que se realizó?! ¿Censurable en tu boca, pronunciarla, una “pija parada”, pero no si alguien utilizara tu desamparo parisino sin madre o Amor, para instruirte en lo recomendable que a esos efectos resulta el mamar polla si teta no? “Mi solo deseo ha sido” Hace bien en callárselo ---¡¿O también todavía te lo censuran y no se sabrá de él, tu deseo, tan atrevido el pobre, hasta el año 2040, cuando todos muertos, ese 2050 para el que siempre proponen liberar papeles con todos los secretos crímenes de estado en todas las pornocracias, democracias digo?!--- ¿Para qué nos contaría su solo deseo, si estaba siendo ultimada? Después de treinta años de muerta, a mí me lo diría en la soledad de mi cuarto: “Solo veo rosas”. Ese fue su único deseo: Amor, inenarrable ternura. Quién hubiese muerto con ella en ese 25 de septiembre de 1972 aunque jamás se hubiera dado su milagro, quién hubiese sido su rosa en la rosa, pétalos labios, para un fin tan de Jardín por más que tan efímero como el expirar)
No lo diré. Hasta yo, o sobre todo yo, me traiciono (Cuando todos hablan de tu egocentrismo “autorreferencia” y nadie más experta que tú para ofrecerse a las rebajas) Como un niño de pecho he acallado mi alma (Y aquí traigo una parte del “emanando profecías” en el que me has tenido esta noche: Te me muestras sentada desconsolada en las escaleras del rellano de una puerta y me haces tomar, acunar en mi pecho, cual ese niño del que hablas aquí, efectivamente tu alma) Ya no sé hablar. Ya no puedo hablar. He desbaratado lo que no me dieron, que era todo lo que tenía (¡Qué gran frase: He desbaratado lo que no me dieron que era todo lo que tenía! Perfecta descripción del genocidio perpetrado contra la homosexualidad por parte de la hetero y que jamás, como en el caso de nuestra guerra civil y los genocidas que la propiciaran, o en el caso de Pinochet en Chile, o los generales de Argentina, jamás será saldado, jamás las cuentas aclaradas, jamás, ni siquiera desde dentro de la propia homosexualidad, ¡y la propia homosexualidad femenina, la más castigada, que se propala además el supuesto contrario, fue la masculina la más perseguida, coños siempre enterrados en las cenizas de los fogones de la domiciliaria penitenciaría!, homosexualidad cuya única preocupación tras las masacres, es hoy como en sus propios padres que los masacraron, aspirar a la descendencia, la famiglia –-escribo en italiano para connotar lo mafia de esa tan respetada institución, lo mafia lo impresentable que fue siempre, pilar de todas las sucias enfermas sociedades—He desbaratado lo que a mí me quitaran, lo que otros por el mero hecho de nacer tendrían: RESPETO A LA TOTAL INTEGRIDAD DE SU VIDA, SI RESPETO A SU INTEGRIDAD SEXUAL… MAS ¿CUÁNDO A TI MUJER ENTREGADO ESE INTEGRAL RESPETO, QUE SÓLO EN PARTE EN NUESTROS DÍAS?… PUES ¿SERÍA ALGO MÁS QUE LA MUJER, LA MENOS HOMOSEXUALIDAD? LO QUE ME QUITARAN QUE ERA TODO LO QUE TENÍA. Y escribiendo esto, sólo hago desenterrar los renglones que en el alma de Alejandra se quedarían, pues lo que le quitaron, eso era todo lo que ella tenía, hasta el derecho a la libre expresión: “Ya no sé hablar” “¿Con quién?” “Ya no puedo hablar”)
….todo lo que tenía. Y es otra vez la muerte. Se cierne sobre mí, es mi único horizonte. Nadie se parece a mi sueño (Bien viste al cometer la única falta que quizá cometerías en tu vida, y falta sólo contra mí, aceptar que te murieran, que sí había en la Tierra alguien tan como tu sueño, ¿y a qué horror de vida le destinaba tu desaparición, tú la evolución de mi castellana lengua sin ti estancada, sin ti muerta, hasta tu reeditar, tu reaparecer, mi Corriente tan Oculta como tu Olvidada Ternura? Había alguien tan tu sueño, que en sus sueños entraste, ya antes, y para siempre tras morir y ahí seguirás hasta que a mí también me anochezcan y pasaporten definitivamente a tu encuentro) He sentido amor y lo maltrataron, sí, a mí que nunca había querido. El amor más profundo desaparecerá para siempre. ¿Qué podemos amar que no sea una sombra? Murieron ya los sueños sagrados de la infancia y la naturaleza también, la que me amaba.
Abril 1972
(y de mis paréntesis, agosto 2006. 34, 36 años edad de Cristo, Alejandra Pizarnik, mi hermana, y a tantos que les sellaran definitivamente la tumba del vivir con esos años)
EL AMOR MÁS PROFUNDO DESAPARECERÁ PARA SIEMPRE
Y escribo ahí al pie, en el tercer milenio por Cristo, año dos mil por el mismo, dos mil y uno y dos y tres:
Aunque pudiese ser mi ejemplo el que te lo desmintiese,
desde luego no es mi ejemplo en el mundo.
En él he estado siempre más sobrante que tú, más muerta.
Así pues yo desapareceré para siempre
y nos uniremos en ese desaparecimiento,
¿el cual es el Amor desaparecerá para siempre,
¡mírame con tus ojos del nacer aunque me fulmines!?

¿Qué podemos amar que no sea una sombra?
Y Sombra respondía por el nombre de Sombra
olvidando que ella no fuese Sombra, la que había muerto.
Tan la misma eran, aunque sutilmente distintas.
¿Hay otra Sombra más hermosa por estos pagos, si no páramos,
de la que prendarse?
pregunta la Asombrada a la que Asombra,
¿o es al revés?
Pregunta la No-Sombra a la No-Asombrada,
o al revés:
Pregunto yo, la que sabía, demandaba que ejemplos como el tuyo
debieran propalarse como el incendio, para cordura general,
de que lo que es y ha sido, es y será,
pregunto yo la No-Asombrada de que se aparezcan los muertos,
la No-Asombrada de amar a una Aparecida que entre la luz de sus brazos te arrebata,
a la para nada Sombra, a la mi Luz, nombro la luz si su nombre digo:
¿Hay otra Luz más hermosa por estos pagos o páramos de la que prendarse?
¡Y ahora sí te pongo a tiro y me expongo de la católica iglesia!
Acabo de nombrarme la enamorada de la Luz más hermosa; ya sabes, ellos, de quien lo dicen, ser la más bella Luz.
¿Pero repararé yo en sus infantilismos criminales, delante de tus adultas quejas de supliciada “Recuerdos de la pequeña casa del canto”, tu mujer infinita siempre memoria, tu humildad infinita, siempre pequeño cuanto tan grande; repararé en ellos, o en mi propio rostro cual tu pija parada que se está por llover, llorar más después de haber llorado tanto?

Algo chistoso de los "Recuerdos de la pequeña casa": Murió también la naturaleza, la que me amaba.
¿Tuviste una naturaleza que te amara? ...Ya fue puesta en mi lugar la estafadora panteísta. ¡Naturaleza, ¿cuál?! ¿Existe naturaleza, o es algo así como la realidad de los físicos? ¡No hay naturaleza, nada más que la que te extrae los ojos de la cara y el hígado a lo vivo, y mucho más que tus ojos de muerta llaman a mis ojos! Hay nada más que una puta ignorancia que a unos vino muy bien llamar naturaleza y frenar con ella toda evolución; se ve por la física, y más se vio por la biología y esos fraudes de pseudociencias llamadas psicologías y encima clínicas o doctoradas en enfermar, psiquiatrías. Eso es lo que hay. Tu bello y utópico NATURALEZA ME AMA ¡eras Vos misma amándote! Mira, recrearte en eso por los espejos, hiciste muy requetebién. ¿Te dieron igual pollas coños que conociste, que tus hermosos ojos a ti misma? Yo: Tus hermosos ojos. Por eso, Rita, soy Rita, Rta o MRTA, muerto sánscrito, MRT, muerto egipcio, METH, el hebreo “muerto”…. ¿Y la Verdad, su contrario, que llamara Moisés a Yavé, EMETH? Si yo tus hermosos ojos y de ello, Rita, la Muerta, no es Amrita la vida mi contrario, sino misma y yo, misma y Vos. ¿Más EMETH que Vos mi METH muerta, más Verai Veroi, más Verdad Belleza? Desde luego no esos dioses tan falaces como fálicos de las mitologías oficiales, religiones de libro, verdugos chanchulleros injustos cobardes como imaginación de macho, esa toda su categoría. Mi EMETH AMRITA, a más que por las más primas de todas cuantas, o Ritas, nos tuvieran. Y esta toda la Amrita que conocieron todos los Meth de la tierra: La puta ignorancia con la que frenaron la evolución desde la noche de los tiempos, todos los crímenes barbaridades, pocos, para emplear de muro contención, todos los retorcimientos de almas, asesina de cuerpos y de mentes podrida “civilización” macho en todos y cada uno de sus gremios, de vago ocupación, primerísima de cuantas, lo así conocido por religión. Religan ¿qué? ¿la mayor de las hermosuras y veracidades a un sudario? Liberan ¿qué? ¿la falocracia, el penecentrismo al que se asen más que si todos mariquitas?, se saben sin ese tótem totalmente desubicados de la autoimportancia otorgada a su inferioridad durante milenios de atrocidades.

Y cortemos, pues el discurso me deriva a no mi propósito aquí, me deriva al espadón que recomendara a una tal Juana de Arco en un escrito reciente, en el cual y mismo le dijese debió clavar a todo el ejército inglés con su rey, pero también al francés y el suyo y así ser coronada "Hija de Isis" en la mismísima Roma.
Murió también la naturaleza...
La naturaleza estuvo siempre muerta
y de ese olor rancio a maquillaje
tras los que se ocultan los rictus de desesperación,
a más rosas nazcan...
que para ese mismo rictus.
Mi poesa pintoresa,
tú más resucitadora que yo, ¿tú la suicida?:
la naturaleza estuvo siempre muerta
si ni respetó a vos ni a cuantos...
Estuvo siempre muerta.
¿Qué poder para levantar ese cadáver,
qué hacer?
No,
no he de hacer nada,
no, algo he de hacer.

15 de agosto 19,27 h
Etiquetas: casa canto recuerdo memoria reparacion homosexualidad mujer ternura amor luz sombra sueño pizarnik Athánatos Martes, 1 Agosto 2006 01:50 Enlace Permanente Comentarios (0)

Grupo poético de Sombra & Sombra. Dentro de mí con ella que es yo