¡Dios mío! Qué romántico (De mi libro "En el nombre de Cristo")

(Libro que pasamos a "Denuncio (En el nombre de Cristo)" Con lo cual a esto le tocará ir allí; mas todo tiene su momento)

¡Dios mío!
Qué romántico.
Llevando flores a María
y se compra el Private
para estudiar poesía.
Con un ramo de rosas
y una escena de porno
hecha fotografía
alaba su buen gusto
necesidad de besos
a la amada sentada
que espera su regreso
ya abierta de piernas
colgándole los brazos.
Los brazos de María
que en vez de recibir versos
poesía,
acogerán las rosas
de la pornografía.

¡Grandísimo necio!
Si leyeras al suicida de turno
poeta, sus memorias,
tal vez encontrarías
mejores escenarios
para representar el amor de cada día
delante de los ojos de María.

Te digo una postura:
Adéntrate en su sexo
hasta ser sólo eso:
Ella misma.
Siente como María
para que ella sepa ser hombre
ser frenéticamente tú,
no muñequita hinchable
objeto de sex-shop.

¡Qué escándalo de pareja,
qué vuelco en los papeles:
Parece ser que alientan
uno en otro!
¿Se parecerá esto a Dios:
Ser tan como tú mismo?
Ciertamente Dios es eso
¿de ahí que le nazcan hijos al sexo?
Dios es un adentrarse en
a tope
que se ha convertido en
nuestros corazones.

Dios, mi CoRazón,
te alabo, te bendigo.
Gracias te doy CoRazón
por aguantarme tanto
por AGUANTAR-ME,
ser mí me conmigo,
Mimo mío.